Acciones simples para curar objetos violentos
Festival de arte contemporáneo ECUA/UIO-01
Somos poetas del espacio, del tiempo.
Nuestra hoja es el cotidiano, es la calle y su rutina,
lo urbano y su tedio, el fluir de los pasos, allí, donde caminas.
Se encuentra el papel sobre el que escribimos.
J.M.
Ante patrones culturales establecidos en el predominio de la era neoliberal (predominante década de los ´90) donde la construcción se centró fuertemente en el ser individual, nos llevó a pensarnos desde la propiedad privada, desde el aislamiento violento del hombre contemporáneo con mecanismos que solo fortalecieron la industria de la seguridad-inseguridad. De la violencia como construcción cultural, del ser individual forjado desde el miedo al encuentro con el otro. El encuentro dejó de existir como rito cultural.
El encuentro como paradigma de construcción social nos lleva al acercamiento, a la reconstrucción del flujo social roto en el neoliberalismo; es por eso que el proyecto ACCIONES PARA HUMANIZAR CIUDADES pretende abordar los espacios públicos-urbanos de ciudades generando encuentros reflexivos que pongan en evidencia los signos violentos cotidianos que conviven con nosotros y nosotras; los cuales construyen patrones culturales violentos, por lo tanto hacen a una Cultura Violenta.
Se busca proponer el hecho artístico como un generador de sentidos que nos permita re-pensarnos desde nuestro espacio-tiempo, creando desde el pensamiento-reflexión a través de signos estéticos-visuales, encuentros que nos lleven al abordaje cotidiano desde acciones simples y significativas hacia el Sumak Kawsay, en la búsqueda del Mushuc Runa, hombre nuevo o súper hombre que a través de la historia, diferentes corrientes humanistas, andinas, intentaron.
La construcción y la recuperación de espacios poéticos-sensibles como política de lo público, creados a través de conceptos contemporáneos como la composición urbana que nos lleven al encuentro desde nuestro cotidiano con signos generadores de sentidos, capaces de modificar nuestras conductas violentas, o evidenciar estas en nuestro devenir. Construyendo así, acciones que permitan desde la reflexión que toma como mediador el signo estético-visual o de acción, la humanización de la ciudad a través de una poesía visual que recupere el cotidiano de la urbe curando desde el arte, lo violento.
Paradójicamente, la serie de acciones realizadas en el espacio público de la ciudad de Quito, Ecuador en el marco del Festival de Arte Contemporáneo ECUA/UIO-01 generó algunas reacciones violentas, aunque en otras, sonrisas o lecturas acertadamente bellas de la acción como una niña diciendo: …es para que la gente cuando se siente, no se lastime… o una señora: …muy bien vecino, eso esta mal, lastima a las personas…
un señor deteniéndose: …pero uno tiene derecho a que no se sienten en el umbral de la casa de uno…
Intentando evidenciar-curar simbólicamente los signos violentos con los que convivimos cotidianamente; la obra motivo a algunas reacciones violentas cuando lo que se intentaba realizar era la evidencia y reflexión de esta como construcción cultural en el espacio público de la ciudad.
Como a partir de acciones de carácter poético podemos generar conflictos, reflexiones en el otro/a, llevando a la desestructura o desequilibrio, pero ¿por qué como reacción prima aparece la violencia?
El encuentro, como estética de la acción sigue siendo la búsqueda que me motiva a la realización de estas acciones, donde, desde y en el espacio público, podemos generar, junto al otro/a, un rito cultural que nos lleve a romper el miedo a pensarnos colectivamente, tomando como estética, el encuentro.
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